Lana de roca
Uno de los retos existentes en el sector de la construcción es la mejora de la eficiencia energética en edificios y construcciones industriales. Por este motivo, la búsqueda de soluciones constructivas a la hora de mejorar el aislamiento acústico y térmico ha hecho que se empleen materiales como la lana de roca, consiguiendo altos rendimientos en las edificaciones donde se instalan. Un ejemplo muy claro es el empleo de un panel lana de roca, muy usado en construcciones industriales y empleado en fachadas y cubiertas.

Pero… ¿qué es la lana de roca y qué ventajas tiene a la hora de formar parte en una solución constructiva?
Qué es la lana de roca
Es un material que se forma a partir de rocas basálticas y carbón. Se fabrica mediante fusión a más de 1500 ºC donde los 2 materiales se licuan obteniéndose un producto similar al del magma volcánico. En este estado y mediante un proceso de centrifugación, se obtienen unas hebras largas en forma de fibras, las cuales pueden transformarse en diferentes formatos (rollos, placas o a granel) que sirven para diferentes usos. Uno de ellos, la de un excelente aislante térmico muy usado en construcción.

¿Dónde es útil un aislamiento de lana de roca?
La lana de roca tiene diferentes aplicaciones, siendo muy utilizada como aislamiento acústico y térmico en edificios. También, es muy empleada en industria para aislar recintos o maquinaria donde se empleen altas temperaturas.
En edificación es muy usada tanto en obra nueva, como en rehabilitación, formando parte del aislamiento del edificio, pudiéndose aplicar de muchas formas o llegando a formar parte de ciertos elementos. Puede aplicarse mediante un insuflado en cámaras de aire existentes, perfecto para obras de reforma o rehabilitación, o formar parte de soluciones constructivas muy diversas utilizadas en el aislamiento de fachadas, tabiquería interior, cubiertas o forjados.
Las pérdidas de temperatura en un edificio suelen estar ocasionadas por un aislamiento deficiente o inexistente en aquellas partes que tienen contacto con el exterior. En función de la temperatura exterior, el edificio perderá temperatura si es invierno y la ganará en verano, modificando de esta manera las condiciones óptimas de temperatura necesarias para el confort del cuerpo humano.
A este fenómeno se le conoce como transmitancia térmica y es el culpable de que constantemente tengan que estar funcionando los equipos de climatización necesarios para poder mantener una temperatura óptima. Colocando lana de roca, se consigue una menor transmitancia debido a la densidad de la lana de roca, que impide esas transmisiones de temperatura entre el interior y el exterior.
En los procesos industriales pasa lo mismo. Utilizar equipos que generan un calor intenso, como los hornos industriales, modifican las temperaturas interiores de la estancia por el mismo motivo. De ahí, que uno de los recubrimientos más utilizados sea la lana de roca, por su alto aislamiento térmico y por sus condiciones ignífugas.

Ventajas de la lana de roca y diferencias con otros materiales
El uso de este material se ha extendido tanto gracias a su gran comportamiento como aislante como, también, a otras propiedades que hacen que destaque con respecto a materiales similares usados en construcción. Las ventajas que tiene su uso pueden resumirse de la siguiente forma:
- Como aislante térmico: Sus propiedades son iguales actuando tanto con el frío como con el calor. La baja conductividad térmica de la lana de roca y la alta densidad que presenta, hacen que las pérdidas por transmitancia térmicas sean menores. Al disminuir las pérdidas de temperatura en una habitación, se consigue un importante aumento en la eficiencia energética, traducido en un coste menor en la climatización de una estancia.
- Sus propiedades ignífugas: Debido a su origen volcánico, presenta un excelente comportamiento ante el fuego, siendo prácticamente incombustible. Tiene una clasificación A1, cumpliendo de sobra con las exigencias de las normativas de seguridad antiincendios.
+info: Cómo proteger un edificio contra incendios - Como aislante acústico: Un material recubierto con fibras de diferentes espesores de lana de roca es capaz de absorber todo tipo de ruidos, disminuyendo considerablemente de esta forma la intensidad sonora en una habitación.
- Su gran impermeabilidad: Es un gran repelente contra el agua, eliminando de esta forma la aparición de humedades y la creación de moho.
- Sostenibilidad: Al estar hecho de elementos naturales, es un material totalmente ecológico. Además, es totalmente reciclable, pudiéndose estimar entre un 70 y un 90% su aprovechamiento posterior.
- Gran longevidad: No se degrada con el tiempo y tiene una vida útil de unos 50 años, muy similar a la de un edificio.
Por todas las propiedades anteriormente dichas, no es de extrañar que la lana de roca sea muy utilizada como recubrimiento aislante tanto en edificios como en industrias. Es una de las soluciones más efectivas y más económicas existentes. Y es que su instalación puede amortizarse en poco tiempo gracias a la gran eficiencia energética que aporta.